El pasado 23 de octubre, en Quero (Toledo), el presidente de la Fundación, César Egido Serrano, el director del Museo de la Palabra, Alfonso Fernández Burgos y la subdirectora del mismo, Silvia Ronquillo mantuvieron un encuentro con los embajadores de distinto países cuyos compatriotas han participado activamente en las convocatorias del Premio Internacional de Microrrelatos.
Es muy significativo de resaltar la presencia en este almuerzo del embajador de Israel, Alon Bar y el embajador de Egipto, Ayman A. Zaineldine, el embajador de la República de Chipre (país que preside este semestre la Unión Europea), Antonis Toumazis; la embajadora de la República del Ecuador, Aminta Buenaño el embajador de la República Eslovaca, Ján Skoda acompañado por su esposa; el embajador de la República de Croacia, Neven Pelicaric; el embajador de la República de Irlanda, Justin Harman. Asistió como invitado el poeta y delegado de la Junta de Castilla-La Mancha en Toledo, Fernando Jou.
En un clima de distención y cordialidad, los representantes diplomáticos realizaron una visita al edificio emblemático de la Fundación, el Museo de la Palabra y mostraron interés por la edificación y por los ejemplares del Quijote en distintas lenguas que se guardan en las vitrinas de su biblioteca.
Tras la comida cervantina el Presidente de la Fundación agradeció a los embajadores su presencia en el Museo y recordó que el objetivo de la Fundación no es otro que avanzar en el entendimiento de personas y comunidades de distintas culturas, ideologías y religiones y que los diplomáticos presentes en el acto representaban a países con tradiciones culturales, institucionales y religiosas, de diversa índole. “Es cierto —dijo César Egido— que el principal problema del mundo es la mortalidad infantil por hambre, especialmente en el continente africano, pero el segundo problema es la intolerancia. Por eso queremos poner nuestras iniciativas y patrimonio al servicio del entendimiento, el diálogo y la tolerancia. Estamos tremendamente orgullosos de que nuestra casa sea hoy el lugar de este encuentro insólito. Si en todos los países del mundo fueran frecuentes encuentros como este, se avanzaría sin duda en el logro de una sociedad sin violencia. La palabra tiene que ser el vínculo de la humanidad, como reza nuestro lema, y la única herramienta para la resolución de conflictos”. Y propuso a todos ellos formar parte como Patronos Honorarios de la Fundación, ofrecimiento que fue aceptado por todos ellos.
En su intervención el embajador de Irlanda, Justin Harman, manifestó su entusiasmo por las iniciativas que lleva a cabo la Fundación para potenciar la palabra como concepto de encuentro y convivencia. La embajadora de Ecuador volvió a elogiar las iniciativas de la Fundación, en especial la generosidad de su presidente al patrocinar un premio literario que reúne en cada una de sus convocatorias a participantes de casi un centenar de países. Porque, a juicio de la embajadora, la palabra, en su dimensión literaria, una mayor trascendencia y llega a lo más profundo y noble de los sentimientos de las personas.
El los brindis el resto de los representantes diplomáticos intervinieron elogiando las actividades y la idea que sustenta a la Fundación César Egido Serrano.
